La responsabilidad de una acción indica quién es responsable de llevar a cabo la acción. La responsabilidad puede ser asignada a un cliente o a un usuario. Por ejemplo, la responsabilidad de facilitar un billete de autobús a un cliente se asignaría a un asistente social. De forma alternativa, el responsable de una acción de realizar ejercicio diario se asignaría a un cliente.
Determinadas acciones siempre son responsabilidad del cliente, y determinadas acciones tienen siempre la responsabilidad de un usuario. Para impedir que un asistente social tenga que especificar siempre responsabilidad, existe un valor de configuración para dictar la asignación de la responsabilidad y en algunos casos imponen automáticamente la responsabilidad de una acción por omisión. Por ejemplo, la acción puede ser asignada automáticamente al asistente social que crea la acción, en cuyo caso el asistente social no tiene que especificar responsabilidad.