Las decisiones tomadas para una evaluación pueden variar debido a un cambio de las circunstancias o debido a que se han recibido nuevas pruebas. Del mismo, es posible que una organización desee realizar un seguimiento del progreso de un cliente para ver si han cambiado las necesidades de un cliente o si las intervenciones de la organización resultan eficaces. En base a esta información, se pueden llevar a cabo acciones correctivas. Por ejemplo, es importante supervisar el riesgo de maltrato o negligencia de un cliente durante un periodo de tiempo para asegurarse de que el riesgo no progresa de bajo a medio o alto.
Las evaluaciones basadas en resolución soportan la toma de decisiones más de una vez y también la comparación de estas decisiones. Para un cliente se pueden seleccionar dos decisiones, que pueden proceder de la misma resolución o de varias resoluciones. La información que se puede comparar incluye los resultados y las puntuaciones de la decisión, las preguntas realizadas y las respuestas proporcionadas.