Evaluar la seguridad

El investigador se pone en contacto con la o las presuntas víctimas para evaluar la seguridad inmediata del menor. Después de ponerse en contacto con el menor y la familia, el investigador debe obtener información suficiente para evaluar los problemas de seguridad del menor. Se considera que los menores no están seguros cuando existe cualquier amenaza para su seguridad y la única intervención que se considera suficiente para protegerlos es retirarlos de dicho entorno.

Una evaluación de seguridad también identifica las medidas de protección que pueden ser necesarias para paliar las condiciones potenciales de inseguridad. El investigador trabaja con la familia para identificar los factores que han llevado a la investigación actual y evalúa qué necesidades puede abordar de forma inmediata la familia para paliar los problemas. El investigador puede identificar las medidas de protección paliativas para los problemas que se están abordando e investigando. En este caso, y de acuerdo con la familia, el investigador crea un plan de seguridad para la familia. El plan identifica los servicios y actividades que cubrirán las necesidades inmediatas de la familia y mantendrán la seguridad del menor en el hogar familiar. El investigador considerará la disposición de las alegaciones (o hallazgos), así como la red social de apoyo a la familia y otros factores, para determinar si la familia puede o no solucionar los problemas.