Un analizador definido por el usuario implementa sus posibilidades mediante una interfaz de funciones que el intermediario invoca durante la operación de ejecución. Esta interfaz incluye funciones para crear y suprimir todo el almacenamiento de contexto local que está asociado a un objeto de analizador y las operaciones de análisis.
Algunas funciones de implementación son obligatorias y deben implementarse cuando desarrolle su propio analizador. Otras funciones son opcionales o condicionales.